domingo, 7 de mayo de 2017

LA INFANCIA Y LA EDUCACIÓN.

                                     


LA INFANCIA Y LA EDUCACIÓN.




Fomentando actividades en familia: realizando excursiones en familia a la naturaleza para visitar entornos naturales y fomentar la actividad física en familia. Escuela de música con la posibilidad de aprender a tocar un instrumento a la vez padres e hijos. Escuela de buceo para promover el deporte en familia, etc.

Nuestra sociedad ha cambiado enormemente en los últimos cincuenta años. El modelo económico se está transformando desde un paradigma productivo-industrial hacia un modelo de negocios basados en los servicios, la información y el conocimiento. Por lo tanto, es lógico pensar que las cualidades requeridas a los individuos en el futuro también cambien. Esto es, como mínimo, lo que dicen personas como Ken Robinson, experto en creatividad: en el futuro se necesitarán personas más creativas y empáticas. Todo esto puede que asuste mucho ya que ahora, aparte de formarnos, tendremos que ser buenos en otras cosas. Pero en realidad, ésta puede ser una buena noticia para los individuos: todos hemos nacido con una buena dosis de las cualidades que comenta Robinson.

Por ello, la educación que conocemos hoy tiene sentido cuando la analizamos desde una perspectiva histórica, es decir, conociendo su pasado, analizando el presente para construir el futuro educativo de los estudiantes.

Desde la Antropología, se nos explica que, durante miles de años, los niños y niñas se educaron ellos mismos a través de la exploración del entorno y el juego libre, sin imposiciones. Esto fue así hasta que apareció la agricultura primero, y después la industria, donde la educación infantil consistió en reprimir la voluntad con el fin de convertirlos en buenos trabajadores.

Por distintas razones, junto con el avance de la civilización y los cambios culturales, surgió la idea de la educación universal y obligatoria. Ella se fue expandiendo de forma gradual al desarrollarse la automatización de la industria, originando la creación de escuelas como lugares de aprendizaje. Esta idea se fue expandiendo en Europa a comienzos del siglo XVI, junto con el surgimiento de la educación pública y obligatoria.

La educación se veía como instrucción, como el vehículo para imponer ciertas verdades, formas de pensar y de actuar. El método de instrucción era la repetición forzada y la comprobación de recordar, lo que se ha repetido. El repetir y memorizar lecciones les resulta un trabajo tedioso a los niños y niñas, sus instintos los llevan constantemente a querer jugar libremente y a explorar el mundo por su cuenta.

Desde la concepción cultural de instrucción, se asumía que para aprender debía reprimirse la voluntad de los estudiantes, donde las sanciones eran algo intrínseco al proceso educativo. En algunas escuelas eran permitidos los recreos, con el fin de que se pudieran desahogar, claro que el juego no se consideraba un vehículo de aprendizaje y en el aula este era percibido como un enemigo.

En nuestro presente, la educación en las escuelas fue evolucionando y las formas disciplinarias se fueron humanizando, no admitiendo castigos físicos.




Marcia Flandes.
La Mano de Nadie.


                                                      


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