miércoles, 22 de junio de 2016

CASI AL BORDE.



                                                   


CASI AL BORDE.



Todas las horas desahuciadas se acongojan al partir, 

sin retorno por estados irracionales. 
No cuentan los momentos estacionarios 
porque están comprimidos ocupando un espacio que nadie ve. 
Si estamos despiertos creemos en lo que sucede, 
y cuando soñamos, en realidad algo acontece.
Si ya dejó de ser lo que antes era, entonces qué tenemos. 

Nada más que un fabuloso minuto después de tan espléndidas horas.
El movimiento, la quietud, el ocio, la espera, 

la marcha acelerada o el desespero cubren lo necesario, 
hasta quedarnos a dormir como seres incautos en la minúscula forma.
Sabemos el destino de cada acto, de cada intención.
Llevo más de un tiempo descifrando misterios 

y creo haber estado unos segundos en otra dimensión.
Quienes están conmigo ahora; 

las imágenes petrificadas en la pared de mi nostalgia.
Lo absoluto está envuelto en el silencio, 

lugar siniestro que devora todas las palabras.
Conozco tanto esos dominios y los veo a cada instante.
Entonces, dónde pernoctan los argumentos 

que nos conducen a todos los lugares.
Creamos, inventamos situaciones 

que nos pueden demandar la vida entera, 
pero, con qué afán?

Es tan simple complicar todo 

y es tan difícil retroceder.


miércoles-16-julio-2008-M. Día, 12 hrs.
LA MANO DE NADIE.




                                                    

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