domingo, 11 de marzo de 2012

EL VUELO.


 


Corría por el largo pasillo de arena hasta no sentir sus pies, cada salto era más alto, quería volar, aunque fuera un poco. Su delgadez era extrema, su ropa ligera para atrapar el aire y poder subir.
Cada mañana, cada tarde con los brazos abiertos como queriendo abrazar el mundo daba saltos tan largos,  que sin darse cuenta una corriente muy fuerte de invierno, alzó su figura tenue en vaporoso vuelo durante un tiempo, que no supo precisar. Pudo ver las puntas de los árboles, las casas, la gente...........y pensó: - estoy soñando, no me ven...., pero es cierto,   todos los días hago lo mismo hasta que al fin....por qué nadie se da cuenta, ¿será que no miran hacia arriba nunca? yo vivo mirando el cielo, las nubes, el sol hasta ver puntitos blancos y la noche......... la veo antes de acostarme.
Cuando comenzó a descender vio algo que llamó su atención, alguien muy semejante a su figura;  similar a un traje vacío mojado por la brizna de la tarde............
 

 

MARCIA FLANDES

LA MANO DE NADIE.

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